sábado, 23 de febrero de 2008

Yo escribo, tú escribes

Qué increíble cómo todo se actualiza! Cuando niña tenía diarios de vida; cuando adolecente, agendas y ahora?... un blog.
A simple vista puede parecer un pequeño cambio de medio en el cual se escribe; sin embargo, existe una notable diferencia entre los dos primeros y el último: cualquier persona puede leer lo que expones. Esta situación me llevó a formular las siguientes preguntas: ¿Desde cuándo escribimos? ¿Por qué lo hacemos? Y ¿Qué nos motiva a publicarlo?
El afán del ser humano por retratar mediante recursos escritos su modo de ver la vida se remonta a la región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Eúfrates (actual Bagdad), distribuida en Babilonia, Sumeria y Akkad, quienes contaban con un gran número de campesinos y pastores. Es en esta segunda civilización donde se encuentran las primeras inscripciones en arcilla, conocidas como las Tablillas de Uruk, que se emplazan en el gran templo de esta ciudad.
En ellas se observa la contabilidad del templo, expresada en listas de sacos de grano y cabezas de ganado, ya que –debido al aumento de la productividad del país- el excedente agrícola requirió de métodos de cálculo para los recursos. De este modo, se crea un "cuerpo organizado" de signos, según los cuales se pudo materializar lo que pertenecía exclusivamente a la oralidad, abriendo paso a la escritura.
Sin embargo, la evolución desde el siglo IX a.C. (periodo al que pertenecen estas inscripciones) hasta el siglo XXI es notable. La constante utilización de los medios de comunicación escritos abre paso a la expresión de ideas, tanto de sujetos pertenecientes al ámbito público como a individuos anónimos, que mediante variados canales dan a conocer experiencias, preferencias, vivencias o cualquier idea que pase por su mente.
En este sentido, es difícil pensar en las causas que originan esa necesidad de ser leídos. Tal vez se deba al interés de ser visibles dentro de un universo social en el que cada día te tornas más anónimo. ¿Será que sentimos que ya nadie quiere escuchar? Quizá la escritura sea la prueba indeleble de nuestro paso por el mundo, algo así como un registro de vivencias que permite decir “yo estuve aquí”. Puede ser que nuestro nombre no forme parte ni de enciclopedias, ni de libros de historia, pero lo cierto es que al menos escribimos, publicamos y fuimos leídos. Estamos de acuerdo en que el elegido no es el canal más refinado; que no fue utilizado ni por Homero, ni Shakespeare, ni Neruda, pero no por eso es menos válido.
En fin, el anhelo de sentir que existimos, que formamos parte de algo llamado sociedad y que queremos dar a conocer lo que sentimos, opinamos y queremos, es lo que nos motiva no sólo a pensar, sino también a escribir y publicar.

3 comentarios:

Unknown dijo...

El escribir tiene cierta magia, uno se tiende a tranformar en letras palabras y frases, cada texto es como una firma nadie puede hacer lo mismo aunque tengamos las mismas palabras, en cierta medida uno se puede retratar a través de las letras. Y a veces lo único que deseamos es perpetuar de alguna forma lo que fue el breve paso por este mundo, para sentir que algo dejamos es como un regalo facíl de compartir.

Tiki dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tiki dijo...

Mi talisman obrera del lenguaje colosal, con una hilvanación perfecta de ideas...por algo eres mi elegida... mejor no tipeo más, porque pierde la seriedad y reflexión desde tu agudeza como licenciada social del mundo de la realidad cotidiana(Schutz)y dos, se puede dejar en manifiesto ciertas situaciones a ojos de los cibernautas, y previo aquello, debo primero obtener su consentimiento