Rojo, amarillo, naranjo, violeta, azúl... por un momento imagine un mundo en blanco y negro y me pareció demasiado sobrio como para habitar en él. Fue entonces cuando comence a pensar en la magia del color y quise investigar un poco.
El color es la sensación que produce un fenómeno físico químico al impactar en nuestros ojos, de acuerdo a la longitud de onda (distancia entre las partes). Así, el blanco se presenta como la superposición de todos los colores y el negro, como la ausencia de color. Esto no quiere decir que mezclando colores y colores lograremos un blanco perfecto, sino que se refiere a la combinación de rayos luminosos, que pueden ser descompuestos mediante la utilización de un prisma.
Que la vida está llena de colores es un hecho. No imagino el arte sin color. Qué sería del impresionismo sin la luz, o de Van Gong sin el amarillo. Tampoco existirían el fauvismo sin el verde y qué me dicen del op art?
Menos aún puedo pensar en un arbol gris o en un mar blanco; un cielo plomo, las montañas negras y un lago gris. Debemos reconocer que los colores no sólo son una característica de cada objeto, sino que también son los encargados de producir emociones de acuerdo a la interpretación que nuestro inconciente les otorgue.
Según la psicología del color, cada uno de ellos provoca diversas sensaciones en los individuos que los ven. Así, los colores cálidos como el rojo, naranjo y amarillo, tienen la propiedad de energizar; por el contrario, los colores frios como el azúl y el violeta, reflejan paz y calma.
Mi color preferido es el azúl, quizá mi vida no lo refleja, pero realmente es el que me provoca las sesaciones más lindas. El agrado de mirarlo y las ganas de buscarlo cuando necesito momentos de reflexión, lo combierten en un acompañante perfecto para instantes de calma. Esa sensación de no querer dejar de mirarlo, imaginando una pared gigante pintada de azúl; esa plenitud que me otorga el color del cielo en un día despejado o esa riqueza que aporta un lago profundo teñido de azúl oscuro, le otorgan el título no sólo de color favorito sino también de compañero de vida, amigo personal o consejero espitual.

Y qué me dicen del rojo... la importancia de este color recorre diversos ámbitos: en educación, si escribes con lápiz rojo es una falta de respeto; en religión, si te vistes de rojo es pecado; en política, si optas por el rojo eres un rebelde contestatario... por favor, qué le ven de negativo? si nosotros mismos estamos compuestos de rojo, o acaso la sangre es blanca?... arriba los colores!