jueves, 1 de septiembre de 2011

La gente me mira raro

Me declaro abiertamente un ser poco sociable; soy del tipo de personas que sufren de una especie de pánico escénico cada vez que se enfrenta a un grupo de más de siete u ocho personas desconocidas. Me pasa siempre, desde chica… recuerdo que el colegio siempre fui la que no aportaba en los consejos de curso; en la universidad, fui la que no pedía la palabra en clases; y cuando comencé a trabajar, fui la muda de la oficina por los primero tres meses… y si digo muda es muda; mis colegas conversaban y yo no comentaba nada, si alguien me preguntaba algo mis respuestas eran siempre cortas, lo que hasta el día de hoy hace que me cuestione el por qué quisieron que continuara trabajando.


Pienso que mi timidez no es casual; creo que el trasfondo radica en que siempre he notado que la gente me mira raro. ¿Egocentrismo? Puede ser, el tema es que siento que en general cuando camino por la calle la gente me mira (suena tan divo eso), pero es cierto. He llegado a pensar que tengo algo raro en la cara. No sé si también les pasa... yo al menos voy rápidamente a algún lugar con espejo a mirar si tengo alguna mancha, si estoy muy chascona o si mi ropa tiene algo.


En reuniones sociales he notado que la gente me queda mirando como esperando mi opinión. Están hablando de algo y de repente hay alguien que me observa con expresión de inquietud, como esperando que diga algo, y si lo digo, fluye una sonrisa y la mirada se dilata; en otras oportunidades, mi silencio prima por el simple hecho de evitar la flojera que me genera iniciar una conversación eterna con un final que es exactamente el mismo que las primeras dos frases que iniciaron la conferencia.


Aunque la gente me mire raro, me considero una persona “normal” -sin entrar en detalles sobre qué es verdaderamente lo normal y lo anormal- común y corriente, tal como todas las personas “normales” que caminan por las calles de mi bella ciudad; a veces confundo las cosas, soy contradictoria en mis pensamientos y acciones, de repente me río sola, pero dentro de todo soy como cualquier pedrita, juanita y dieguita que habita este país; así que por favor si me ves caminando por ahí, no me mires raro, porque estoy pensando seriamente en increpar a la próxima persona que se atreva a hacerlo… (también soy violenta).