En un momento de ocio, quise cambiar la fecha de mi cumpleaños en una de las redes sociales más populares de Chile: Facebook.
No pensé que mi iniciativa tendría tal acogida, tampoco fue mi intensión engañar a mis contactos, hacer gastar minutos de celular o mensajes de texto, simplemente quise saber cómo reaccionarían mis “amigos” de dicha plataforma, ante un estímulo como éste.
Al revisar, me encontré los mensajes esperados: quienes se relacionan a diario conmigo, amigos de la infancia y adolescencia se dieron cuenta rápidamente que de una travesura se trataba, algunos de ellos me felicitaron de igual modo.
Otros en cambio, me saludaron entregando sus mejores deseos, pero siempre pensando que de mi cumpleaños se trataba. También encontré saludos por compromiso, saludos por educación, saludos desde el extranjero, etc.
No pude evitar sonreír ante cada uno de sus “feliz cumpleaños” y no lo hice en forma de burla, sino más bien por observar la reacción de mi pequeña sociedad. Me dio una alegría enorme escuchar a mis amigos tratarme de “mentirosa”, “falsa” o “traviesa” y también me sorprendí de otros con quienes hablo a diario y que me saludaron pensando que de mi cumpleaños se trataba ¿Será que sólo están preocupados de sus problemas, sus alegrías y su vida en general?
Supongo que algunos ni siquiera sabrán que realmente ésta no es la fecha de mi cumpleaños, otros se avergonzarán, más de alguno se lo tomará a mal o pensará que estoy loca. Y quizás sí, algo de locura tengo, o tal vez nunca he creído la necesitad de ponerle fecha a todo, sumado a que considero que esperar saludos de cumpleaños tiene mucho de ego, de sentirse importante para el resto al menos un día al año.
A esta altura del día de mi falso cumpleaños, quiero agradecer todos los saludos y -por si sirve de algo- comentarles que mi cumpleaños es el 30 de abril, soy tauro, búfalo y zorro; mi número es el 3 y mi carta de Tarot “La Emperatriz”. Saludos a todos y muchas gracias.